QUIERO LA CABEZA DE JOSEPH CONRAD

Antología internacional a cargo de los escritores chilenos Ignacio Fritz y Pablo Rumel Espinoza en torno a temas actuales de carácter conspirativo y de espionaje, que
reúne a plumas como la de Ramón Díaz Eterovic, la de Daniel Hidalgo o la del
uruguayo Ramiro Sanchiz, entre otros. Es la tercera y última parte de los libros Quiero la cabeza de sir Arthur Conan Doyle (cuentos policiales) y Quiero la cabeza de Bram Stoker (cuentos de vampiros), publicados en 2018 y 2020 respectivamente.

«Quiero la cabeza de Joseph Conrad es un homenaje a Joseph Conrad (1857-1924),
autor de El corazón de las tinieblas y El agente secreto, obras clásicas de la literatura
universal del siglo XX.
El lector experimentará tres facetas de Chile — la mitológica del sur, la del plebiscito de 1988 y la contemporánea—, y paseará también por la Segunda Guerra Mundial,
Estados Unidos, África y una Europa digitalizada.
Esta compilación, a cargo de Ignacio Fritz y Pablo Rumel Espinoza, agrupa a doce
autores con base en la temática de espionaje y las conspiraciones, con las destacadas
plumas de Ramón Díaz Eterovic, Antonio Díaz Oliva, Miguel Ferrada, Julia Guzmán
Watine, Daniel Hidalgo, Bartolomé Leal, Joaquín Escobar, Armando Rosselot C.,
Ramiro Sanchiz y Max Valdés Avilés, además de los seleccionadores.
Quiero la cabeza de Joseph Conrad cierra la trilogía creada por la dupla Fritz &
Rumel, Quiero la cabeza de sir Arthur Conan Doyle (historias policiales) y Quiero la
cabeza de Bram Stoker (historias vampíricas), que ha reunido a los más
representativos escritores hispanoamericanos».
Sobre Quiero la cabeza de sir Arthur Conan Doyle: «Este libro es una joyita.
Jugado, atrapante y de impecable factura, reúne a diversos autores bajo el tema del
nuevo policial chileno dando forma a una antología que cautiva por su calidad y su
apuesta por lo híbrido, por su distancia con el canon y los moldes apolillados facilistas,
que obliga al lector a deambular por paisajes oníricos, sin puntos familiares en el mapa
o en que los referentes han sido resignificados, vistas en que fantasía, ciencia ficción y
novela negra se funden en un cuadro pesadillezco y seductor que invita a reflexionar
sobre el mal, la esencia del ser humano, la literatura, la locura y la memoria, entre
otros, al tiempo que cuestiona nuestro sentido de realidad, los viejos purismos y el peso de la tradición. Una verdadera pasada» (Rebeca F. San Román, autora de Sinfonía eterna, en Goodreads).