Artaud, el francotirador
Poeta, dramaturgo, ensayista y observador implacable tanto de su épocacomo de sí mismo: Antonin Artaud disparó contra todo y todos, porque era
un inconformista radical, como queda muy claro en Deriva Artaud, una de
esas novedades realmente sorprendentes. Publicado recientemente por
Alquimia Ediciones (con traducción de Galo Ghigliotto), el volumen
contiene cartas, manifiestos, fragmentos de poemas y fotografías, entre
otros documentos, para dar cuenta de forma fragmentada de quien es uno
de los mayores creadores del siglo XX. Como invitación a la lectura,
reproducimos el fragmento de una carta escrita el 17 de septiembre de
1945:
La gente es tonta. La literatura vacía. Ya no hay nada ni nadie, el alma está loca, ya no hay
amor, ni siquiera odio, todos los cuerpos están saciados, las conciencias resignadas. Ya ni
siquiera existe la inquietud que ha pasado en el vacío de los huesos, no hay más que una
inmensa satisfacción de inertes, de bueyes de alma, de siervos de la imbecilidad que los
oprime y con la que no cesan de copular día y noche, de siervos tan llanos como esta carta
en la que trato de manifestar mi exasperación contra una vida conducida por una banda de
insípidos que han querido imponerle a todo el mundo su odio hacia la poesía, su amor a la
ineptitud burguesa en un mundo íntegramente aburguesado, con todos los ronroneos
verbales de los soviets, de la anarquía, del comunismo, del socialismo,
del radicalismo, delas repúblicas, de las monarquías, de las iglesias,
de los ritos, de los racionamientos, de las contingencias,
del mercado negro, de la resistencia.
-
-
Tienda Hueders